martes, 2 de abril de 2013

Despídete amiga...

Esto ya no puede ser una taquicardia normal, sientes que el corazón te late a mil por hora, el cuerpo tiembla sin poderlo controlar, las primeras lágrimas empiezan a rodar por la mejilla, sí, es el sentimiento de dolor que se está apoderando de tu cuerpo que tal parece ser inerte, los recuerdos son interminables epifanías de la mente, fotografías que estaban destinadas a los mejores portaretratos, fechas de aniversario, el primer beso, la primera vez que se cruzaron las miradas, la primer navidad bailando, lugares caminando, corriendo, hospitales, velatorios panteones colmados de rezos y llanto, una recamara que guarda los secretos más dulces,horas sin cansancio, aromas impregnadas en la ropa o en la almohada, colores de ropa que hacían coincidir, flores en los aniversarios o porque un niño las ofrecía con insistencia, osos pandas planeando ser marido y mujer, iniciales AMOR para los hijos, parques de mil pláticas e inicio de la historia, piel recorrida, besos de todos los sabores, abrazos llenos de pasión y en muchas ocasiones de seguridad... momentos que nunca regresaran...
Te arrodillas y solo puedes quedar tendida sobre ese suelo que es el único soporte que tienes por el momento, las lágrimas se han convertido en llanto, parecen no cesar, te duele el pecho como si algo de  dimensión inmensurables quisiera salir, quisieras arrancarte la ropa y con ella la piel, algo dentro de ti quema, nada parece ser un método de consuelo, ya no se puede vivir así, ese maquillaje que habias puesto durante meses para dar tu mejor sonrisa y  ver al mundo se ha corrido por completo, se acabaron las fuerzas para fingir, algo dentro de ti se esta pudriendo y es ese amor que creías eterno, la minúscula esperanza de que todo sería diferente, la fe de volver a ser feliz con ese amor, la idea de que todo sanaria y mejoraría, todo eso se fue muriendo de a poco con los días transcurridos.
Lo que para ti fue un sueño, para alguien más pudo ser el mismo infierno o una simple ilusión pasajera, te ves las manos llenas de raspones por luchar y las rodillas por rezar, el corazón esta cansado y desilusionado, te ha susurrado que deben entender que los amores eternos no existen, que para entenderlo solo es necesario ver su oscuro y solitario pasado, que es momento de parar, que todo esto es absurdo.
Las dudas te están haciendo delirar, todo se esta convirtiendo en oscuridad. Sabes que te tropezaste pero nunca dejaste de caminar, buscaste ojos que últimamente no recibían tu mirada y solo te quedaba un vacío oculto buscas motivos del porqué de su huir si tú sabes que nunca ni lo más oscuro del andar fuiste capaz de fallar, que la vida misma hubieses dado ¿por qué? por más motivos que busques, ya nunca los encontrarás.
Solo te queda llorar, llorar hasta sacar eso tan grande que sientes, apagar con lágrimas las llamas añejas que ya no calientan mas que a ti, de nada sirve vestirse de esperanza si lo que hoy debes aceptar el no y empezar a arrancar todo de raíz.
Juro amiga mía, que esta fiesta de perdedor, al sacar la raíz todo habrá terminado, no existirá más sufrir, en este momento no eres nada para ese nadie, pero después ya no será nada para ti. Te sentirás morir, tendrás rabio del amor,nada tendrá motivo ni razón, te doleran hasta los huesos, dedicaras esto a un extraño con quien jurabas compartir más de mil años, te juraras hacer las cosas de diferente manera, pero no vuelvas amiga, cierra los ojos para no verlo mas, tapa tu piel para no sentir sus huellas nunca más. Extrañando borra cada pensamiento, cada beso. Sólo fuiste una más, y no pudiste darte cuenta, tus palabras se borraron, olvidate de todo lo que juraste, no significaron nada, lo intentaste amiga y perdiste el control de tus sentimientos cuando con todo el amor aceptaste secretos ajenos.
Amiga, seca tus lagrimas y mirame a los ojos, tus pensamientos seguiran siendo suyos y tu cuerpo esperando su arrullo pero es momento de partir, ya no tenemos  nada mas que hacer aquí. ¿no crees?

martes, 29 de enero de 2013

Algún nuevo cuento...

  El desvelo continuo sin importar que tan temprano sea la hora de despertar al día siguiente impide que sea una de mis rutinas, estoy acostumbrada a no dormir, o hacerlo a obligadas, pero esta vez es distinto este acompañante fiel, siempre he dicho que la madrugada es como mi musa para escribir, y esta vez no fue la excepción, solo que se manifestó de otra manera, de una que no puedo comprender, que no sé cómo manejar, solo quisiera vomitar todos estos sentimientos en formas de letras, pero me es casi imposible.

Mis dedos conectados con mi mente y mis sentimientos quisieran hacer su propia terapia, provocar esa catarsis continua para sanar un dolor que parece no cesar, pero hay algo más, algo no encaja en mi melodramático escribir, mi drama de estas noches es diferente, algo que me atrevería a decir, es nuevo.

Estoy sola, pero ya no me siento sola, me siento cansada, pero justo en este momento estoy tomando un respiro, me siento triste, pero tengo ánimos para empezar mi día con ejercicio, cine, antro, amigas, amigos, labores de casa, familia…YO! ¿Un momento? ¿Dónde está mi eterno drama sobre el amor? ¿En qué momento deje de hablar de amor? Siempre fui una eterna soñadora de un príncipe azul y una guerrera por conseguirlo, era capaz de aguantar lo que fuera  con tal de vivir un amor de cuento, donde quedo esa “princesa”.

Mis ánimos han renunciado a ese sueño y se han llevado en la maleta todas mis ilusiones, creo que decidieron tomarse unas vacaciones al igual que yo, ya nos estábamos lastimando, sólo que ahora tengo miedo de que no vuelvan más, que hayan encontrado otro cuerpo más fuerte y más soñador que yo, alguien con una mayor belleza y una mejor sonrisa.

Aquella niña sintiéndose princesa se ha rendido, al menos en este nuevo cuento no le interesa mucho el amor…


FP*

domingo, 10 de junio de 2012


Ahí está ella

   

 Son las 23:36, la noche está fresca, la luna más grande del 2012 se asoma por la ventana. Ahí está ella, acostada sobre la cama de dos colchones cubiertos con unas sábanas enormes de tonalidades rosa con morado, en ese cuarto azul, el ventilador suena tan fuerte que el silencio se ve interrumpido, el aparato para ahuyentar los sancudos alteran su alergia, rodeada de 4 almohadas y 3 cojines, uno en forma de corazón, otro de estrella y uno más sin forma reconocible, sus cabellos rizados se expanden entre todo ese desorden de figuras, sus ojos de mirada triste iluminados con un corrector mágico llamado maquillaje le dan la imagen de que sean más grandes y más brillantes, esos ojos de pestañas largas, parecen tener una cascada adentro, donde con solo tocarlos toda esa agua se desbordara, en su cuerpo inerte alberga un corazón viviente que late con una pequeña falla de nacimiento, nada grave, nada que con respiraciones no se pueda controlar, pero el problema es su mente, en ella habitan miles de ideas, recuerdos millones de sueños, rencores, dolores, y uno que otro número telefónico, las millonésimas cosas que ella piensa no encuentran su posición correcta, no encuentran coordinación con sus piernas largas y delgadas, las cuales quisieran salir corriendo e indicarle a sus brazos que es lo que deben tomar y abrazar con los brazos abiertos.

  Su mente es más poderosa que el enojo de una madre, más dispersa que un niño de 3 años, más ansiosa que una adolescente, más nerviosa que un chihuahueño asustado. Su mente le hace jugarretas de las cuales su cuerpo no puede reaccionar, es como un laberinto sin aparente salida.

  Ya son las 00:50 la madrugada parece ser su mejor compañera, su musa para los sueños. Su cuerpo sigue estático, pegado a la cama como una calcomanía en un la cajuela de un taxi, como si estuviera enredado con una trepadora, sus ojos miran hacia arriba observando las 23 estrellas brillantes de plástico que ella misma pegó, creyendo que así se sentiría en el cielo.

 Las cuenta, imaginándose que ellas le darán paz y respuestas, todo iba bien y normal, como todos y cada uno de los días, hasta que la última estrella, la de la esquina izquierda, esa pequeña y aparentemente la más vieja, con uno de sus picos le señaló la puerta, ella no entendió y volvió a contar las estrellas hasta volver a caer a esa diminuta estrella molesta e insistente señala la puerta, ella solo mira un hoyo tapado con una cortina mal hecha, la ve por al menos unos 30 segundos tratando de resolver el misterio que esa cortina esconde, sin hacer ningún movimiento se pregunta cómo será todo del otro lado.

  Se suena la nariz, seca las lágrimas añejas, toma una dona para el cabello y se hace un chongo afro, qué más da, nadie la vera, piensa ella. Sus pantuflas están muy lejos de sus pies, así que decide levantarse y caminar descalza. La incertidumbre la ha levantado.

   La 01:06 Camina por inercia, sus pies solo esquivan las cosas regadas del piso, se pega en el dedo chiquito como ya es costumbre y eso la hace despertar un poco. Ahí está frente a esa cortina, con la mente en blanco, con la lluvia en los ojos, hay una luz como de flash de cámara, asoma media cara, resaltándole la nariz como cuando era niña y espiaba a su hermana. Algo sucede allá afuera, un sonido estruendoso acompaña la luz, algo sucede. Retrocede un paso, un aire sumamente frio entro por sus dedos gordos de los pies, a tal grado de provocarle dolor de huesos.

     Los ruidos y las luces siguen y cada vez son más fuertes y constantes,  ha empezado a llover, corre a cerrar la puerta del patio, sin percatarse de que al atravesar esa cortina insignificante dejaría todo atrás.

     Las luces son los rayos de la tormenta que se ha desatado, el agua le llega más arriba de los tobillos, los relámpagos han hechizado su mirada, la incitan a ir hacia ellos, los truenos le han dejado sin sonido el oído izquierdo, ha perdido equilibrio, camina sin mirar que pisa, sin sentir el agua congelada.

    No escucha nada, solo ve ráfagas de luz que iluminan la noche oscura, la luna se fue, o al menos ella no se percató de su huida sigilosa, continua caminando hasta darse cuenta que está a la mitad de la nada, con el agua hasta los tobillos, los chinos caídos por el agua, su pijama mojado y su maquillaje corrido.

    Ahí está ella, sin preguntarse nada, sin querer saber dónde está, solo siente escurrirle por el rostro un montón de gotas, su cuerpo sigue tibio a pesar de la lluvia, irónicamente juraría que la esta cobijando, mira a su alrededor y no ve nada, mira hacia arriba y ahí está esa pequeña estrella, se parece mucho a la de su cuarto, solo que esta es verdadera.

  Solo hay una estrella visible entre toda esa tormenta, los rayos caen alrededor de ella,  algunas gotas atraviesan su pijama rosa otras solo escurren por su rostro, su mirada hacia el cielo le provoca la sensación de libertad.

   Ahí está ella, en medio de la tormenta, sin miedo a los relámpagos, sin miedo a resbalar por sus pies descalzos sobre el agua. Ahí está ella, sonriéndole a la estrella, fuera de su confort, viendo el verdadero cielo.

FP*



viernes, 27 de enero de 2012

VIDA COTIDIANA

Empezar el día cuando el sol sigue al otro lado del mundo con el sonido de un horrible despertador que es maldecido y estrellado contra el piso día a día, lavarse las penas disfrazarse de humano hacerse un nudo en el estomago porque no hay tiempo de desayunar, hoy puede ser el día en que el camión no se marche sin mí.
Antes de cerrar la puerta un beso a mamá y una rápida bendición, para poder enfrentar a los mounstros y fantasmas que me puedan asustar y su vez saber admirar aquellas hadas que me pueden cuidar.
En el camino por transcurrir intento escuchar mi voz, pero las voces de mi exterior son tantas y demasiado fuertes que sin quererlo no puedo evitar  prestar atención: “Que si hay que hurgarse hasta el fondo del pantalón para encontrar las monedas contadas para sobrevivir”, “Que el hombre de su vida es un mounstro disfrazado de esposo”, “Que los maleantes cada día nos tienen más secuestrados en el miedo”,  “Que el sueño más grande de su vida esta truncado”… es ahí donde mi mente llega a su capacidad, cuestionándome el porqué de todas esas cosas, y reaccionando al darme cuenta que yo sufro un poco de esos males. Prefiero ponerme los audífonos, recargar la cabeza sobre la ventanilla del autobús mirando sin mirar, pensando en aquel sueño que las adversidades y el tiempo me han obligado dejar atrás, imaginando como poder retomarlo, pero sobre todo como sobrevivir para algún día poder VIVIR!
Es momento de bajarme del transporte de los sueños, es tiempo de sentarme en ese pupitre donde mis múltiples lápices de colores y mi libreta decorada no pueden estar al mismo tiempo, al parecer debo escoger, la libreta simple y un lapicero de tinta negra.
Seres queriendo soñar, pero el ruido alrededor aturde los sentidos, el reloj avanza cada vez más rápido acelerando el andar. Quisiéramos ser aves pero tantos cables atravesando la ciudad no permiten volar.
Pero yo podría empezar a ser una de esas aves que vuelan bajo, aprendo a esquivar formando figuras entre esos cables que me permitirán perfeccionar mi vuelo para algún día hasta las nubes poder tocar.
FP*

jueves, 4 de agosto de 2011

Damisela y Príncipe de cualquier color



Hoy mi rímel se volvió a correr, en la caja dice que es aprueba de agua, pero no dice nada sobre lagrimas…
Este incesante sueño guajiro de ser yo por una única vez la bella damisela que es rescatada por aquel apuesto y fuerte príncipe “azul” (a estas alturas el color es lo de menos) que sin importar las mil y un adversidades presentadas, su único fiel y valioso destino es llegar a esa torre más alta que el mismo cielo, salir victorioso de un laberinto casi imposible de descifrar, hecho con paredes de bellas flores con largas espinas, ganar una lucha comandada por 200 rufianes, atravesar el mar más prolongado  de la historia de los cuentos de hadas, sobrevivir dos días en un bosque amenazador sin nada de comer, matar un dragón lanza llamas para poder llegar a las escaleras de marfil sin numero conocido, subirlas sin perder su firme convicción de que su damisela espera ansiosa por él… Mil novecientos noventa y nueve escalones, los conto para nunca olvidar lo valioso de esa odisea, Dos mil escalones el resultado de tan hermosa pintura viviente, corrió y tomo en sus brazos a la Damisela demostrando su felicidad y seguridad que ahora ella gozaría, se arrodilla frente a ella entregándole una sortija tan brillante como la misma estrella Sol* prometiéndola llenarla de detalles caricias y una vida feliz….
Daaaah! Creo que leí muchos cuentos en mi infancia y ahora solo puedo atribuir mis insensatos sueños y lagrimas incesante, a esa remembranza. Pero el uso de esa Damisela y Príncipe de cualquier color, solo es un ejercicio metafórico de lo que en realidad quisiera vivir, que desde mi perspectiva no es nada del otro mundo, nada que no se pueda realizar… una rosa de vez en cuando, una que otra cena romántica al mes, una carta cursi, un obsequio referente a aquél fanatismo inmaduro, charlas largas donde no sea interrumpida por un “YO”, aventuras que se puedan fotografiar para después realizar un hermoso álbum, vivir juntos las cosas más importantes y las no tan importantes, aprender a saber qué es lo que grito en voces calladas, dar y recibir….

FP*

domingo, 31 de julio de 2011

Solo tengo 20 años...


Solo tengo 20 años:
Todos decían que después de mis 15 años los años pasarían más rápido que de costumbre, pero en verdad eso es cierto? Ahora solo tengo 5 años más, tal vez mi cuerpo se vea un poco diferente, la talla de mi pantalón es 7 y si corro con suerte a veces 5. Mis ojeras parecen ser más grandes y oscuras, mis zapatos bajos ahora la mayoría tienen tacón, el cajón de mi maquillaje no cierra muy bien por su extenso contenido, mi diario privado que guardaba bajo el colchón se ha convertido en un blog donde me creo ser un poeta, mi madre ya no me castiga ni cuesta tanto mis acciones, ya no recibo “chanclasos” ni gritos castigando mi actuar, ya no tiro cosas al piso por berrinches momentáneos (bueno ya no es tan frecuente jaa) deje mi terapia, viví y termine un amor eterno, mi ortografía mejoro, ya casi no miro televisión, el sabor agradable del pan bimbo remojado en coca-cola desapareció, la palabra más frecuente los viernes o sábados es “Quehacer”, los efectos secundarios de la comida me empiezan a preocupar, me operaron de la apéndice, tengo costuras desde mi cabeza hasta los pies, he llorado por cosas tan banales pero también por muchas otras atesorables y dolorosas, aprendí a hacerme de comer, ya casi manejo a la perfección, me he emborrachado en dos ocasiones lo cual no me hace sentir orgullosa (no lo vuelvo a hacer) aprendí a cumplir con un trabajo fijo, mi poder de asombro se ha debilitado, ya no odio los nopales…
Curse tres años de secundaria un tanto traumática pero nada que no se pudiera superar, otros tres años en preparatoria que vagamente recuerdo y sin una amistad por recuperar, y ahora estoy en la universidad, tras haber perdido un año escolar, creyendo que mi sueño de infancia se iba a materializar, pero por azares del destino se tuvo que truncar (este tema parece nunca acabar de doler) buscando otra alternativa que no llena en un 100% mi potencial intelectual… Pero acaso este destino es el que me ha hecho ver que los años ya llegaron para mí?

FP*

Escape..


Quisiera viajar a un lugar desconocido (de preferencia donde abunde el sol y playa, pequeño fanatismo) hacer una maleta ligera donde solo quepa lo indispensable: Una muda de esperanza, unas sandalias de emoción, una toalla color desahogo, unos lentes oscuros y no podría olvidar mi almohada favorita de la infancia.
Quisiera viajar a cualquier lugar donde las horas de traslado se vuelvan una aventura, pasar solo unos cuantos días; no pido mucho, tomar infinidad de fotos para alardear de mi escapatoria, dormir en una cama afable, pero no lo suficiente como para no extrañar mi propia cama, que el sol o las novedades de aquel destino desconocido ofusquen los pesares de mi lugar de origen, cansar mis pies de tanto caminar, darle a mis ojos una nueva escena al amanecer, escuchar nuevos acentos, marcar en mis hombros los tirantes de la blusa, despertar aquella niña en mi que se asombraba con facilidad al descubrir algo nuevo.
Probablemente este deseo constante que aparece en mi cada inicio de vacaciones, se deba a que desde mi infancia mis pies solo se han cansado por recorrer las calles de mis días rutinarios, tal vez para mi esta sea la solución perfecta para dejar el control de mis días y simplemente dejarme llevar, poder acostarme en el pasto, en una cama, en una mecedora, hamaca, coche, o lo que sea, pero que este fuera de lo cotidiano y despreocuparme de todo.
Pero aquí estoy en mi cuarto oscuro a las 2 de la mañana, volviendo a soñar con cosas fuera de mí alcance, mi inmedible e insensata imaginación casi logra trasladarme a aquel lugar idónea para ser libre, mi disco rayado parece de película despertándome de aquel transe de esa creación llena ficción en mi mente, un momento… y si algún día gano un viaje para 4 personas a un lugar paradisiaco como en la televisión? JA… poco duermo pero mucho sueño…
Maff*