martes, 29 de enero de 2013

Algún nuevo cuento...

  El desvelo continuo sin importar que tan temprano sea la hora de despertar al día siguiente impide que sea una de mis rutinas, estoy acostumbrada a no dormir, o hacerlo a obligadas, pero esta vez es distinto este acompañante fiel, siempre he dicho que la madrugada es como mi musa para escribir, y esta vez no fue la excepción, solo que se manifestó de otra manera, de una que no puedo comprender, que no sé cómo manejar, solo quisiera vomitar todos estos sentimientos en formas de letras, pero me es casi imposible.

Mis dedos conectados con mi mente y mis sentimientos quisieran hacer su propia terapia, provocar esa catarsis continua para sanar un dolor que parece no cesar, pero hay algo más, algo no encaja en mi melodramático escribir, mi drama de estas noches es diferente, algo que me atrevería a decir, es nuevo.

Estoy sola, pero ya no me siento sola, me siento cansada, pero justo en este momento estoy tomando un respiro, me siento triste, pero tengo ánimos para empezar mi día con ejercicio, cine, antro, amigas, amigos, labores de casa, familia…YO! ¿Un momento? ¿Dónde está mi eterno drama sobre el amor? ¿En qué momento deje de hablar de amor? Siempre fui una eterna soñadora de un príncipe azul y una guerrera por conseguirlo, era capaz de aguantar lo que fuera  con tal de vivir un amor de cuento, donde quedo esa “princesa”.

Mis ánimos han renunciado a ese sueño y se han llevado en la maleta todas mis ilusiones, creo que decidieron tomarse unas vacaciones al igual que yo, ya nos estábamos lastimando, sólo que ahora tengo miedo de que no vuelvan más, que hayan encontrado otro cuerpo más fuerte y más soñador que yo, alguien con una mayor belleza y una mejor sonrisa.

Aquella niña sintiéndose princesa se ha rendido, al menos en este nuevo cuento no le interesa mucho el amor…


FP*